El parto de Paula fue muy diferente al que tuve con Álvaro, y eso que los dos fueron partos naturales.
Con Álvaro fue una pesadilla: fórceps, desgarros, puntos y más de dos meses de recuperación para poder hacer mi vida normal.
En cambio, con Paula, todo lo contrario, y eso que el embarazo fue peor. En media hora estaba fuera sin apenas esfuerzo, sin un solo punto y perfecta desde el primer día. 
Os advierto que “miedo” era poco el que tenía conforme se acercaba la hora de ponerme de parto, hasta tal punto que sin me hubieran dado a elegir, hubiera preferido una cesárea con los ojos cerrados. Pero una vez pasado así, desde luego que el parto natural como el que tuve con Paula es tan increíble que no se me podrá olvidar nunca. El de Álvaro tampoco, por supuesto, pero sufrimos tanto él y yo, que lo recuerdo de otra forma y apenas si lo disfruté.
Sólo como anécdota, comentar que cuando Paula había sacado la cabecita y los hombros, me dijeron que si quería terminar de sacármela yo y ponérmela sobre mí, así que con eso os los digo todo.
julio 12th, 2012 @ 16:20
ahora que me acerco al momento de dar a luz por primera vez (con todo el miedo del mundo) he leído tu entrada y me surge la duda: ¿por qué fue tan diferente uno del otro? ¿por la diferencia entre ser primeriza y no? eso me hace tener más miedo pensando que todos los partos de primerizas son más complicados. 🙁
besitos
(marta)
julio 16th, 2012 @ 8:48
No te preocupes Marta y estate tranquila, porque tampoco depende de ser primeriza o no. Yo tengo amigas que el primer parto fue como mi segundo, por lo que no tiene que ver. Y una de ellas, por ejemplo, el que fue complicado fue el segundo. Supongo que influirán muchos factores, como colocación del bebé, tamaño, dilatación y contracciones. Pero te aseguro que en cuanto tengas a tu pequeño en brazos ya no tendrás ningún miedo y será una felicidad absoluta. Disfruta de lo que te queda de embarazo e intenta no tener miedo, porque cuanto más tranquila estés, mucho mejor. Un besito enorme.