Esta Semana Santa ha sido tranquilita. Decidimos no formar parte de las estadísticas de los desplazamientos y disfrutar de Madrid en la medida de lo posible.

La lluvia durante los cuatro días, como no podía ser de otra forma, no permitió hacer todo lo que teníamos previsto, pero aún así, disfrutamos con los peques y descansamos del día a día.

Madrid me encanta! Desde que me vine a estudiar aquí esta ciudad me atrapó. No niego que en alguna ocasión, sobre todo a raíz de los peques, eche de menos mi tierra, Elche (Alicante) con su microclima particular, la playa y tenerlo todo o prácticamente todo a mano.

Pero si hay algo que realmente me gusta de la capital es la gran variedad de «todo» que hay. Y ya no hablamos para los niños! Siempre se puede ir a algún sitio, museo, teatro, cuentacuentos, talleres, música, cine, parque de bolas, sierra, ciudad, etc.

Durante estos días de Semana Santa, intentamos entrar al Museo de Ciencias Naturales pero fue imposible por las interminables colas que había, también intentamos entrar a la Casa-Museo Sorolla, pero tampoco pudimos, así que nos conformamos con un paseo bajo la lluvia, comida y donde sí pudimos hacernos un hueco pese a que estaba hasta arriba es en el reciente inaugurado Cups & Kids, del que os hablaré en otro post.

Pero el momento estrella fue ir a ver el Musical de El Rey León de la Gran Vía en el Teatro Lope de Vega! Teníamos las entradas desde principios de diciembre y por fin llegó el día.

No tengo palabras para describir lo espectacular que fue. A veces cuando esperas con ansias algo, suele defraudarte, pero este no fue el caso. Es más, salimos más emocionados si cabe y pensando, el papá y yo, que había sido uno de los mejores “dineros” invertidos, jejeje. Sin lugar a duda, repetiría porque fue empezar la función y tener los pelos de punta las casi 3 horas que duró el espectáculo.

Y ver la carita de mi niño NO TIENE PRECIO! Estaba alucinando con todo, le encantó, verle aplaudir era increíble y cómo no se perdió nada, absolutamente nada del Musical.

Tuve mis dudas al comprar las entradas, de si llevarle o no, pero finalmente nos arriesgamos a ello y me alegro de haberlo hecho.

Creo que son esas cosas que no se te olvidan fácilmente y para él, estoy convencida que esta es una de ellas.

Si no habéis ido a verlo y tenéis la posibilidad, OS LA RECOMIENDO!!!

Disfrutar de la magia de un gran Teatro o espectáculo es algo con lo que yo no disfruté de pequeña por el sitio donde vivía o porque hace unos años no había tanta oferta y realmente era algo de clases pudientes. Sea por lo que fuere, y como me hubiera gustado, intento aprovechar la mínima ocasión para que mis niños puedan disfrutar de la gran variedad cultural que ofrece una ciudad como Madrid.