Este fin de semana decidimos llevar a los niños a la Sierra de Madrid y que pudieran ver de cerca, tocar, sentir… pero sobre todo, jugar con la nieve.
Álvaro llevaba desde el año pasado preguntándonos por la nieve, que él quería ver nevar y ver la nieve de cerca. Ya le dijimos que en cuanto pudiéramos y este año nevara, les llevaríamos y eso hemos hecho. El año pasado ya nos quedamos con las ganas pero la pequeña princesa de la casa era demasiado pequeña y decidimos esperar a este año.
Hacía tiempo que no le veía disfrutar con algo tanto y tan feliz. Lo mismo le daba que se cayera, que se mojara o que un rato antes me hubiera dicho que le dolía un poquito la tripa. En ese momento era absolutamente feliz jugando con los niños de otros amigos con los que fuimos.
Hizo una montaña de nieve, nos tiramos bolas de nieve, nos deslizamos por una pendiente, hicieron la mariposa tumbados sobre la nieve, en definitiva, toda una nueva experiencia que no creo que olvide fácilmente. Estaba tan emocionado que no era capaz de centrarse en hacer un muñeco de nieve, así que aunque lo intentamos, la próxima vez será…
En esta primera toma de contacto, no quiso tirarse con el trineo pero seguro que en la próxima ocasión ya no le da tanto miedo.
Pero… ¿y doña «P»? No os podéis imaginar lo que disfrutó también. No lloró ni una vez ni se asustó ni nada de nada. Allá que le pusimos el mono, guantes, gorro y botas de nieve y la plantamos encima. Lo primero que hizo fue mirarme con esa carita de traviesa que tiene últimamente dejando entrever sus dientecillos y sonreir. Acto seguido intentó quitarse los guantes para tocar aquello blanco que estaba a su alrededor… ¡Le encantó!
Sin duda alguna volveremos muy pronto, primero porque Álvaro ya no me pregunta otra cosa que cuando volvemos y segundo porque a los papis nos encantó y pasamos un rato maravilloso con ellos y viéndolos disfrutar así.
¿Y tú, has ido con tus hijos a la nieve? ¿Les gusta?
enero 28th, 2013 @ 20:39
Esa es una cosa que tengo pendiente! Lo intentamos el año pasado, subiendo al Teide, pero un accidente de moto de camino allí, y mi chico que se bajó porque tenía que ayudar, nos dejó con mal cuerpo y sin ver la nieve.
Pero si este año, nieva, iremos a verla, y que vean lo frío que está la nieve.
Besos!