Si hay una obra de danza o ballet por excelencia en las Navidades, esta probablemente sea la del Cascanueces de Tchaikovski.
Mañana nos vamos a verla en familia, igual que hicimos el año pasado. Al decírselo a Álvaro, me ha sorprendido gratamente al decirme que se acordaba de ella, así que feliz porque mañana irá a verla de nuevo y espero le guste tanto o más como hace un año.
El cascanueces es un cuento de hadas-ballet en dos actos y tres escenas de Piotr Ilich Chaikovski (1840–1893), compuesto en 1891–1892. Tchaikovski puso música a la adaptación de Alejandro Dumas (padre) del cuento El cascanueces y el rey de los ratones, de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. En los países occidentales El cascanueces se ha convertido quizá en el más popular de todos los ballets, principalmente representado en Navidad. (Wikipedia)
La historia comienza con una fiesta que celebra la víspera de la Navidad en el hogar de la familia Shtalbaun, los padres de Clara y de Fritz, su inquieto y travieso hermano. Los niños esperan con impaciencia la llegada de los invitados, especialmente al Sr Drosselmeyer, un enigmático personaje, tío de Clara y que viene acompañado de un joven mago. Ellos al llegar obsequian a los niños con bonitos regalos, muñecos mecánicos que bailan hermosas danzas pero, lo que más le ha agradado a Clara, es el pequeño cascanueces que le regala su tío.
Fascinada con su nuevo juguete, la niña se queda dormida abrazada a él. En mitad de la noche, Clara se despierta: los juguetes han cobrado vida y ella se encuentra acosada por un ejército de ratones. Después, la niña, el juguete y Drosselmayer emprenden un viaje a otros lugares mágicos, donde vivirán extraordinarias aventuras. Finalmente, todo se desvanece y Clara despierta en su casa junto a su muñeco.
El Cascanueces es, así, una fábula que habla de la añoranza perpetua por la infancia perdida y del contraste entre la realidad del mundo de los adultos y el mundo de los sueños de los niños. Gracias a su colorido, la extraordinaria imaginación que desbordan los personajes y las aventuras, y la inolvidable música de Tchaikovsky.
diciembre 14th, 2012 @ 15:22
Creo que es una de mis obras preferidas. Y tiene un par de solos que he bailado alguna vez, que son muuuuuuy chulos!! Qué bien que el peque se acuerde de la anterior vez. Con los años, esta obra va ganando, se irá fijando en más detalles…
diciembre 15th, 2012 @ 0:00
Pues sí Marta, la verdad que me sorprendió que se acordara pero me comentó algo que le gustó mucho la vez anterior que lo vio (una escena) y se acordaba. Imagino que este año se fijará en más cosas y espero que le guste… porque es verdad que a mí me encanta también!. Gracias por tu comentario y tu visita. Un besito
diciembre 14th, 2012 @ 16:39
No veo la hora de poder llevar a mis hijos al teatro o danza. Además tengo que reconocer que nunca he visto El Cascanueces con lo que el disfrute vendría por partida doble. Disfrútalo. ¡Un abrazo!
diciembre 15th, 2012 @ 0:05
Muchas gracias Sonia! Pues te lo recomiendo. Nosotros estuvimos por primera vez el año pasado y no sabía cómo iba a aguantar Álvaro pero la verdad que muy bien. Estuvo las dos horas que duró inmovil y sin perder detalle de nada. Y yo que era la primera vez también, alucinada como tú dices. Así que espero puedas disfrutar de ella en breve. Un besito y gracias por tu visita y comentario.