Hace unos días leí un post en el blog de www.mamisybebes.com que me encantó. El artículo se titulaba “Soy una mala madre”.

En él, su autora comentaba cómo está harta de leer, ver y oír cosas bonitas acerca de los niños, donde palabras textuales “…todo es amor, bondad y cariño, y estoy convencida de que no cuentan las cosas para hacernos sentir mal a las demás.”

Y es que tiene toda la razón del mundo. Nosotras, las madres, somos ante todo, humanas… ¿Qué qué significa eso? Pues que cometemos fallos, estamos cansadas, algunos días bloqueadas, otros nuestra paciencia brilla por su ausencia, nos gusta quedarnos solas en determinadas ocasiones para dedicarnos algo de tiempo a nosotras o simplemente tirarte en el sofá a desconectar y notar el silencio y la tranquilidad, o salir a hablar con alguna amiga o tomarte algo tranquilamente, que no te molesten cuando estás durmiendo, entre otras cosas, y no por ello nos debemos sentir mal o malas madres, porque para mí (y para la inmensa mayoría de las mamis), nuestros hij@s son lo más grande del mundo, lo más importante, por quienes darías la vida sin pensarlo y porque, aunque te hayan cambiado la vida, no los cambiarías por volver atrás y tener de nuevo la vida de antes, pero sí unas horas, unas horas para ti te recargan de energía positiva para seguir afrontando el día a día.

Yo creo que hay niñ@s de todo tipo, claro está, unos más inquietos, otros más tranquilos, unos más desobedientes, otros más buenos, etc, pero son niños al fin y al cabo, y en determinadas situaciones se revelan, patalean, te desobedecen, se enfadan, son caprichosos o son amorosos. Es decir, que todos experimentan todas estas sensaciones y más pero dependiendo del estado de la madre en ese momento se puede llevar mejor o peor.

Yo reconozco haberme hecho la dormida en alguna ocasión cuando a las 5 de la mañana se han despertado mis hijos, (aunque en la inmensa mayoría de los casos no me entero cuando se despiertan)  para que se levantara el papá y les atendiera, y no por ello me considero una mala madre, pero lo de la noche, por ejemplo, es superior a mis fuerzas.

Pero bueno, si para algunas madres, algunas de estas cosas es ser mala madre, yo me uno al club de las malas madres… jajaja. Yo tengo la conciencia bien tranquila, porque… hay tantas cosas que hago y seguiré haciendo por ellos…