Otro gran cambio que Álvaro ha experimentado, y al cuál hemos contribuido, es el querer sentarse a la mesa con nosotros a la hora de comer o cenar.
De un tiempo a esta parte, siempre hemos sentado a Álvaro junto a nosotros a la hora de cenar. Al principio conseguíamos aguantarle unos minutos pero poco a poco hemos logrado que aguante sentado en su silla hasta que terminemos todos.
Hay valores educativos que considero muy importantes inculcarle desde bien pequeño, y que esté con nosotros en la mesa hasta que terminemos es uno de ellos. Quizá sea muy pequeño todavía pero la verdad que me ha sorprendido gratamente y espero continúe haciéndolo.
Además, si sales a cenar fuera, es un gran paso que el niño se siente junto a nosotros y no quiera estar levantándose cada dos por tres.