Anoche al final tuvimos que irnos al hospital con nuestro bebé. Después de las deposiciones de la tarde, al darle el biberón para acostarlo, vomitó un poquito de leche, pero pareció que se quedó tranquilito y le acostamos en su cuna y se quedó dormidito en unos minutos. Pero al entrar a verlo antes de irnos a dormir, nos lo encontramos despierto en la cuna y sin moverse. Al acercarme vi que se había vomitado encima todo el biberón y estaba todo mojado, tanto él como las sábanas, la chichonera, todo.

La primera gastroenteritis de Álvaro

Le tuvimos que dar un baño y cambiarle de ropa para dejarle limpito y decidimos irnos a que le vieran en urgencias en el hospital, porque Álvaro no ha vomitado nunca desde que nació.

Allí nos atendieron en seguida y tras examinarlo detenidamente, nos dijeron que tenía gastroenteritis. Nos dieron suero oral para que se lo diéramos con una jeringuilla y ver si lo toleraba. Tras una horita allí y habiéndose tomado el suero, decidieron mandarnos para casa.

Como el niño tenía un aspecto saludable, no tenía fiebre, se había tomado el suero bien y no le veían ningún otro síntoma, nos dijeron que le observáramos en casa y que al día siguiente continuáramos con su dieta normal.

Al llegar a casa, nos costó que se durmiera pero al final lo conseguimos y por lo menos durmió unas horitas. Pero esta mañana ha amanecido con fiebre. Lleva toda la mañana con 38.5º y apenas le ha bajado. Hemos conseguido que comiera un poquito y no ha vomitado, pero sigue haciendo deposiciones cada vez más líquidas.

Esta tarde, la fiebre no le había bajado nada y nos hemos vuelto a ir al hospital. Después de examinarle otra vez nos han dicho lo mismo, que es una gastroenteritis aguda, que es normal que tenga fiebre porque es un proceso vírico y que mientras tolere el suero y vaya comiendo algo y no lo vomite, no hay problema de deshidratación.