Ya he comentado en varias ocasiones que convertirme en madre ha hecho que descubra un nuevo mundo hasta ahora desconocido para mí, y no sólo en una faceta, sino en muchas. En este corto periodo de tiempo maternal he descubierto muchísimas cosas que antes no me había siquiera parado a pensar.

Hoy os quiero hablar de la Z de Zurdo. Antes de meterme de lleno en el tema os dejo lo que nos dice de esta palabra el diccionario Wiki:

Zurdo: Se llama zurdo a aquellas personas que tienen tendencia natural a utilizar preferentemente el lado izquierdo de su cuerpo, ya sea la mano o el pie.

Ya desde bien pequeñito, se veía que mi niño dominaba mucho mejor la mano izquierda que la derecha. Esperamos, no obstante, hasta pasados los tres años para confirmar lo evidente, que era zurdo y fue ya en el inicio del colegio cuando no hubo ninguna duda al respecto.

Al principio no era ningún inconveniente, pero conforme pasaba el tiempo, he podido constatar cómo hay muchas cosas que no están preparadas para ellos y si están, cuesta mucho hacerse con ellas.

También es cierto que a la hora de explicar ciertas cosas, es mucho más complejo de lo que parece a simple vista, porque pensamos y actuamos de forma diferente.

Cuando Álvaro empezó el colegio, con tres añitos, recuerdo que ese primer año le costó mucho y no estaba nada centrado. Lo hablé en varias ocasiones con la profesora y yo también me había dado cuenta. Ese primer año se le juntaron muchas cosas, y una de ellas fue la de forjar su propia lateralidad, aunque en ese momento no fui consciente y lo achacaba a otras cosas. Con el paso del tiempo y tras leer e informarme un poquito, he llegado a la conclusión que el ser zurdo fue una de las causas que más le afectó.

Mi hijo es muy perfeccionista y creo que el que no consiguiera hacer las cosas como él quería, o que algo no le saliera, acabó sumiéndole en su mundo y no acababa de centrarse en nada. Ese primer año nos costó muchísimo a ambos.

Pero con esfuerzo y trabajo creo que lo conseguimos y una vez él adquirió la destreza suficiente con su mano izquierda, todo lo relativo al colegio le ha costado mucho menos y la evolución ha sido bestial.

Una profesora me dijo una vez, que el ser zurdo no dificultaba la destreza a la hora de escribir, por poner un ejemplo, puesto que los zurdos se sienten más cómodos con esa mano y es con la que hacen las cosas.

Yo estuve dándole vueltas al tema y efectivamente no vi que le costara más que a otro niño. Sin embargo, hay cosas que les cuesta más que a otros, por lo menos al principio.

-Recortar: hasta hace bien poco no tenía ni idea que había tijeras para zurdos y mi niño ha aprendido a recortar con unas normales, pese a que al principio le costó mucho.

-Escribir: Creo que el proceso que ha llevado ha sido bueno, aunque igual le ha costado algo más perfeccionarlo, pero lo hemos conseguido.

-Material escolar: Lápices, cuadernos, etc. Hoy en día hay toda una selección de materiales escolares aptos para zurdos que desconocía.

-Ratón: Algo tan sencillo como coger un ratón del ordenador era para él una odisea. Recuerdo que esa fue la situación en la que me dije si realmente la sociedad estaba preparada para los zurdos, porque aunque ya se sabe que se puede configurar el ratón para zurdos, si necesitas hacer cualquier cosa en algún sitio, utilizarlo en el cole o demás, el tiempo que se puede perder o simplemente pasar de hacerlo puede ser considerable.

-Videoconsola: En casa no tenemos las típicas videoconsolas, pero sí que tenemos la Wii y desde hace un año, solemos jugar con los niños a algún juego de wii sports o baile y es curioso ver lo que algo sencillo nos puede llegar a costar, además de que no tenía ni idea de que se podía también configurar para zurdos (como jugamos de uvas a peras, todavía no lo hemos hecho, pero tendremos que mirarlo para futuras ocasiones).

-Instrumentos: Para su cumpleaños le regalaron una guitarra, que él quería, y ahora veo que ésta es para diestros, que las de zurdos son especiales y por lo tanto más caras. De momento, que él tampoco está aprendiendo, no pasa nada, pero es algo a tener muy en cuenta para futuras adquisiciones.

-Atarse los cordones: Este acto aparentemente sencillo a mi hijo a día de hoy todavía le cuesta y mucho, porque hay que hacerlo al revés.

Pero hay otros muchos aspectos, como conducir, pelar una fruta, cortar con cuchillo y tenedor, utensilios u objetos cotidianos que están hechos para diestros y que a los zurdos les supone un sobreesfuerzo.

En definitiva, que nunca he tenido a nadie zurdo cercano y en ciertas cosas tengo que cambiar el chip y darme cuenta de si realmente le viene bien una cosa o debo cambiarla por una adecuada a ellos. Pero es que además, hay veces en las que la que se frustra soy yo porque no sé cómo explicárselo para que lo entienda, lo haga o lo aprenda.

En el colegio, es muy importante que los profesores sepan qué niños son zurdos para ubicarlos en lugares idóneos para que le llegue bien la luz y no se tape él mismo o un compañero.

Algo que también he descubierto gracias a este tema es que ser zurdo no sólo afecta a la mano o al pie, sino que otros órganos como el ojo o el oído también han de tenerse en cuenta.

Evidentemente, ser zurdo o diestro no es ningún problema. El problema es que nuestra sociedad está hecha por y para los diestros, por lo que a los niños, les cuesta adaptarse a él, a su funcionalidad y en ciertas ocasiones puede provocar situaciones muy frustrantes para ellos.

De ahí la importancia de informarse, saber, conocer y tener mucha paciencia con ellos, porque ni son raros ni diferentes.

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