Las tardes de invierno en casa eran mucho más divertidas de lo que a simple vista creíamos y salíamos del cole pensando con qué nueva cosa nos sorprendería mamá.
Manualidades, plastilina, juegos, bailes, dibujos, cada tarde era algo diferente que disfrutábamos muchísimo.
Pero en estos últimos días más aún porque íbamos a hacer un calendario de adviento con rollos de papel. Nunca habíamos hecho ninguno, así que la idea nos gustó mucho.
Mamá sacó su caja de las sorpresas, esa con la que disfrutábamos a cada cosa que sacábamos del interior: plumas, cartulinas de colores, rotuladores, purpurinas, pegatinas, pero esta vez también había hojas secas, una bolsita de arena y pompones.
Pintamos y decoramos uno a uno todos los rollos de papel a falta de uno que no se nos ocurría nada. Entonces papá se puso a hacer el bobo y nos reímos tanto que decidimos dibujar una cara feliz.
diciembre 8th, 2013 @ 18:19
Me encanta, y me parece que voy a ir a tu casa por las tardes para que Luna no se aburra, ¡¡que cosas tan divertidas haces!!!
diciembre 8th, 2013 @ 18:51
me apunto yo también a esas tardes tan divertidas… jejejeje… aunque por aquí tampoco nos aburrimos mucho ;)… feliz semana
diciembre 8th, 2013 @ 23:55
Tengo que animarme el año que viene a hacer uno… El proceso tiene que ser super divertido. Y una oportunidad única para compartir con ellos!
Un besazo!!
diciembre 9th, 2013 @ 14:34
Te ha quedado genial!! Me encanta. Nosotras hicimos pruebas con tubos, con cartulina, y al final, sobres con cartulinas 🙂