La Psicología perinatal es una rama de la psicología centrada en el embarazo y sus cambios, en el proceso de parto y el puerperio (periodo que abarca desde el nacimiento hasta unos 40 días después del parto). Principalmente se interesa por la salud psicoemocional de la madre, el desarrollo psíquico del bebé, la función paterna y los nuevos vínculos que se van formando.

Esta atención psicológica especializada se hace imprescindible cuando surgen problemas, como en casos de pérdida del bebé o ante otras situaciones inesperadas y difíciles de asimilar durante el embarazo, el parto o los primeros días de maternidad. No obstante, también es muy útil para ayudar a comprender los cambios y conflictos propios de esta gran experiencia vital.

La psicología perinatal puede ayudarnos a identificar algunos cambios habituales de esta etapa, a normalizar, y en muchos casos a prevenir la aparición de problemas derivados, o también a la hora de tratarlos cuando ya han aparecido. Ejemplos comunes de estas complicaciones son: la ansiedad y el miedo durante el embarazo y el parto o la tristeza temporal y en ocasiones la depresión posterior al mismo.

Otra de las funciones de la psicología perinatal es la de orientar a los padres a la hora de interactuar con el bebé para tratar de mejorar la calidad de las relaciones, fortalecer el vínculo y los sentimientos asociados. En España existen asociaciones que se encargan de investigar y divulgar los conocimientos que tenemos en este área (formación y psicoeducación), como la Asociación Española de Psicología Perinatal, que tiene entre sus principios abordar aquellos aspectos psicoafectivos relacionados con la concepción, el embarazo, el parto y el postparto.