Cada vez quedan menos letras para completar la Gran Obra Maestra de la Maternidad, por lo que, cada vez es más difícil y tenemos que pensar un poquito más de lo normal.

Hoy me atrevo con la Ñ, tan espaÑola ella, que me ha hecho soÑar y pensar a partes iguales.

Y la palabra que incorporo a mi diccionario maternal es Ñaque… ¿Qué no la habías oído nunca? Pues mira que me extraña, porque es una palabra de lo más “común”, sobre todo en cuanto a su significado se refiere.

Vayamos por partes.

Primero veamos qué nos dice nuestra sabelotodo RAE:

ñaque.
(Voz expr.).
1. m. Conjunto o montón de cosas inútiles y ridículas.
2. m. Compañía antigua de dos cómicos.

¿No me diréis que cualquiera de los dos significados no os es común a vuestra maternidad?

1.- Conjunto o montón de cosas inútiles y ridículas.
Desde el mismo instante que el Predictor te muestra las dos rayitas y tu sueño de ser madre cobra realidad, empiezas a ver, mirar, pensar en cosas para el bebé, del que ni siquiera sabes el sexo. Siempre acabas comprando algo “porsiaca” que nunca utilizas, bien porque el color no es el adecuado para tu bebé o porque llegado el momento no te acaba de gustar (y tu marido te dice aquello de… “ y para qué narices lo compraste”). Resulta que el verde no le sienta bien a tu preciosa niña. Y ponerle a tu hijo algo rosa, como que no.

Sigo, que me desvío. El caso es que devoramos con ansiedad revistas de puericultura, tiendas de bebés y las grandes posibilidades que ofrece Internet y sus blogs de mamás (sí, sí, en muchos de estos entramos nosotr@s), donde todo es tan bonito, tan “útil”, tan necesario… en fin, todo eso que ya sabéis.

Y lo peor de todo es que cuando te das cuenta de ello, te encuentras “montones de cosas inútiles compradas o regaladas” que a lo sumo has utilizado un par de veces (si se ha dado el caso, que a veces ni eso), que no hacen otra cosa que estorbar, porque falta falta, lo que se dice falta, no te hubiera hecho.

Pero es que es tooodooo tan bonito, te lo venden toooodooo tan bien, que tu vida como madre no sería la misma sin ese “artilugio”, así que claro, picas el anzuelo.

Yo intenté ser lo más prudente que pude, PERO CAÍ COMO TODAS. Y eso que me dejaron muchas cosas… ¡Pobre de mí si no hubiera sido así!

Así que soy una madre feliz con sus hij@s, su maternidad, su vida (siempre podría ser mejor, pero yo por si acaso, no me quejo) y con miles de trastos inútiles que no me hubieran hecho la más mínima falta. La lección la aprendí con el segundo embarazo y pese a no comprar nada nuevo (bueno sí, un bolsito de Hello Kitty en plata y rosita para el carro que es una monada, jejeje), usé aún muchas menos cosas de las que ya tenía.

¿Os acordáis de la canción aquella de un spot publicitario de “Tengo gambas, tengo chopitos, etc? Pues mi versión es:
“Tengo cuna, tengo moisés, tengo carrito normal y ligero, tengo trona y trona de viaje, tengo miles de bolsos, tengo luz antimiedo, tengo hamaca, tengo correpasillos, tengo biberones de todos los colores, tengo peluches, tengo cuna de viaje, tengo parque, tengo manta de actividades y gimnasio de actividades, tengo sillón de lactancia, tengo cojín de lactancia, adaptador bañera, silla adaptador bañera, orinal, adaptador water, ropa y toallas con nombre, baberos, vajilla infantil, calienta biberones, esterilizador, humidificador para frío y humidificador para calor, y muchas más cosas que ni me acuerdo pero que seguro que tengo”. Un día de estos pongo un mercadillo… y ya si eso dejo para la J los Juguetes, que es otro gran mundo aparte. Seguro que vosotras también tenéis otros muchos para añadir (y yo también pero se me han olvidado).

2.- Compañía antigua de dos cómicos.
¿Y qué me decís de esto? La de tonterías, payasadas y ÑoÑerías que podemos decir y hacer a nuestros pequeños es para hacer una entrada aparte, peeeero, no olvidemos que estamos hablando de Ñaque, así que entra aquí.

Sobra decir que los dos cómicos son los padres, en mi caso, alguna que otra vez, somos mi hijo y yo haciéndole tonterías a la enana, que dicho sea de paso, se parte de la risa.

Esta derivación hacía el ámbito cómico, ya se hace patente en el embarazo, cuando mamá y papá empiezan a hablar de forma “graciosa” a la barriga, intentando conseguir con ello estimular al bebé y que se mueva además de que acabe reconociendo la voz, sobre todo la del padre, que aquí en mi caso, es el payaso número 1.

¿Os acordáis de esos momentos? Yo sí, jejeje, pero venga que ahora no es hora de ponerse nostálgicos.

Da igual que seas más serio, más gracioso o tengas menos arte, todo lo que sea para hacer reír a los niños vale, además, en esos momentos, sueles estar sol@, con lo cual, la vergüenza, si es que la hay, se multiplica por 0. ¿Por qué… hay algo mejor, más puro, más bonito que la carcajada y risa de un niño? Nos solemos quedar con otros datos de pequeños, como sus primeras palabras o cuando se sueltan a andar, pero creo que su primera sonrisa o sus primeras carcajadas te devuelven la vida, da igual en el estado en el que estés. Y los artífices de esas primeras carcajadas de vida suelen ser provocadas por los padres en sus primeros meses de vida, haciendo honor a su papel de Ñaque ó cómico.

Visto todo esto, mi reflexión final es que la maternidad te transforma en todos los sentidos, da igual que sea para comprar compulsivamente multitud de trastos inservibles o para descubrir ese arte de payaso cómico que llevas dentro. ¿Tú también perteneces al mundo Ñaque?

 

«La maternidad de la A a la Z» es un carnaval de blog iniciado por Trimadre a los Treinta que consiste en que cada madre participante describa un sentimiento al que ha descubierto un nuevo sentido con la maternidad, o una faceta de su personalidad que desconocía antes de ser madre. El objetivo es crear en red, colaborando unas con otras, un «Diccionario de madres» con el que reírnos, emocionarnos y conocernos un poco más.

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