Diario de una madre

Embarazo, bebés, maternidad y mucho más

150 palabras: Sonrisas (Cordel, rumbo y brújula)

 

20070426235005-felizLa primera vez que pisó aquel pueblo no intuía lo que aquellas casas envejecidas por el paso del tiempo y sus aldeanos le influirían.

Descubrió la tranquilidad, la vida en la calle, el buen hacer de sus gentes, el trato amable entre ellos, pero había algo que le llamaba tremendamente la atención: la sonrisa de los niños.

Todos, sin excepción, eran felices. Jugaban, cantaban, se bañaban en el río, iban y venían de un lado a otro, sin rumbo fijo pero felices.

La vida en la calle, sin peligro alguno, era muy diferente a la que él vivía a diario.

Y decidió recordar algunos de los juegos para enseñárselos a sus amigos al volver. El cordel para saltar, la rayuela para jugar, la peonza para bailarla y cómo, sin brújula aparente, todos se orientaban a la perfección, daba igual que fuera el monte, el río o las callejuelas del pueblo.

COMENTARIOS

6 COMENTARIOS to “150 palabras: Sonrisas (Cordel, rumbo y brújula)”

  1. El rincón de Mixka
    septiembre 22nd, 2013 @ 18:05

    Hola preciosa!

    Me han venido a la cabeza miles de recuerdos de mi niñez. Cuando durante los veranos me iba a un pequeño pueblito de La Rioja. Allí la vida transcurría tal y como tú la has descrito. Sin miedos, sin peligros. Miles de excursiones al campo a recoger manzanilla, moras, ciruelas y cerezas… ¡¡Qué recuerdos más bonitos me has traído!!

    ¡Un besito!

  2. Mamamedusi
    septiembre 22nd, 2013 @ 21:24

    Que bonito un lugar donde solo haya felicidad! Me encantaría vivir en un sitio así

  3. Marta
    septiembre 23rd, 2013 @ 15:22

    Llevo chungo estos días para comentar, pero no podía dejar de pasar por aquí.
    Esto… Este fin de semana he estado en un pueblito del sur de la isla, donde los niños juegan en la calle, los coches, los pocos que pasan, lo hacen despacio, y todos se conocen. Es una gozada!

  4. Almudena Gomis (Menuda Manada)
    septiembre 23rd, 2013 @ 21:13

    Mira, es que yo de pueblos no tengo ni idea, jajaja. ¡Así que me ha encantado tu relato! Porque he podido sentir lo mismo que el prota 😉

  5. anya
    septiembre 23rd, 2013 @ 22:16

    Me recuerda a mis campamentos, a la urba de mis padres.Muy bonito, gracias por recordarlo.un besazo

  6. El horno de mami
    septiembre 23rd, 2013 @ 22:24

    Si es que no hay nada como vivir en un pueblo.

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