Diario de una madre

Embarazo, bebés, maternidad y mucho más

La Maternidad de la A a la Z: I de Incubadora

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Durante las vacaciones de verano me planteé buscar un ratito para ponerme al día con el carnaval de Trimadre… ¿pero la intención es lo que cuenta, no? Pues eso, porque no sólo no me he puesto al día de nada, sino que he dejado prácticamente abandonado el blog, tanto el mío como el de los demás, así que espero ir poniéndome al día e ir recuperando la calma.

Tras la vuelta de vacaciones, de las que todavía no he hablado, por cierto, me ha venido a la cabeza esta palabra para mi particular diccionario de la maternidad, así que allá voy. Para mí es una palabra muy importante en muchos sentidos.

Todos sabemos lo que es una incubadora y lo que incubar significa, pero por si acaso…jajaja.

Según Wikipedia Incubadora: Se denomina incubadora a aparatos con la función común de crear un ambiente con la humedad y temperatura adecuadas para el crecimiento o reproducción de seres vivos.
Los principales tipos de incubadora son los que se utilizan en neonatología, las de uso en microbiología y las destinadas a la reproducción de especies ovíparas, incluyendo la producción comercial de huevos.

Yo tuve la gran suerte de estar en una de estas cuando nací, las de neonatología of course, y digo suerte porque hoy en día son más comunes y sofisticadas, hace más de treintaymuchos años no tanto.

Nací con algo más de 6 meses y pesé 1.200 kg, ahí es na! Recuerdo a mis padres (no en ese momento, sino más mayor, que una no es tan inteligente para recordar las cosas de entonces) decirme que era como un litro de leche, que cabía en la palma de la mano, muy, muy pequeña, con las orejitas pegadas y las manitas diminutas… ya tendría tiempo de crecer pensaba yo desde mi interior.

Yo debía tener prisa por venir a este mundo y allí que me presenté mucho antes de tiempo y sin darle tiempo (valga la redundancia) a mis padres a prepararse, pero lo peor de todo fue lo que los médicos le dijeron a mis padres nada más nacer.

En la habitación del hospital y sin apenas haberme sentido en sus brazos (yo ya estaba en la incubadora, la que sería mi nuevo hogar durante bastantes meses, gracias al ambiente de temperatura y humedad especial que me habían preparado), el ginecólogo y matrona soltaron por su boca un bombazo de esos que marcan profundo y dejan una huella imborrable: NO OS HAGÁIS ILUSIONES, PORQUE NO VA A DURAR NI UNA SEMANA!!!!

Qué???? ¿Ni una semana???? ¿Cómo???? Mis padres se quedaron destrozados, llorando, tristes, mientras yo escuchaba todo desde mi nueva incubadora (me gustaba más la de mi madre), pero es bueno adaptarse a los cambios lo más pronto posible, así que no dí un puñetazo en el colchón de mi nueva habitación, porque las fuerzas me flaqueaban después de venir a este mundo, pero me dije para mí misma que se iban a enterar todos, que yo iba a salir de esta y que iba a hacer muy felices a mis padres.

Pero esto no es todo, mis padres creían, ya que así se lo habían confirmado durante el embarazo, que era un varón. Y todo lo que tenía preparado era de color azul. Mi padre estaba emocionado y ya me había comprado la equipación del Real Madrid y la del pueblo donde vivían y creo que hasta un balón (eso es adelantarse a los acontecimientos y tenerlo todo previsto, sí señor..jajajaj!).

¿Os hacéis idea de la situación? Iban a tener un niño y de golpe y porrazo, tienen una niña que nace mucho antes de tiempo y encima te dicen así de contundente que no voy a vivir más de una semana. Ahora que soy madre, no me imagino aquella situación ni se la deseo a mi peor enemigo, tiene que ser algo más que angustioso, triste y doloroso.

Pero esta historia tiene un final feliz porque los casi 6 meses que estuve en ese receptáculo, “mi incubadora”, en los que mis padres pasaban todo el tiempo posible a mi lado, cogí fuerzas, luché contra todo y me dije a mí misma que ya que estaba en este mundo, quería disfrutar de él y vaya si lo conseguí. Hasta los 8-10 años sé que cogí todas las enfermedades habidas y por haber pero una vez inmunizada, pasaban los años sin pisar el médico.

Quizá todo esto que empecé a vivir con apenas horas han hecho que mi personalidad sea fuerte, positiva, optimista y con muchas ganas de vivir la vida. Y quizá por eso, mis hijos quisieron venir al mundo en la semana 42 y 41 de embarazo respectivamente, ellos deberían pensar que la mejor incubadora posible era yo, su madre y que las otras estaban muy bien, pero que ellos me preferían a mí.

COMENTARIOS

14 COMENTARIOS to “La Maternidad de la A a la Z: I de Incubadora”

  1. paula sd
    septiembre 5th, 2013 @ 13:03

    Qué bonito!!!! y qué duro para tus padres. Madre mía, si es que los avances científicos que tenemos ahora mismo a nuestro alcance y que nos parecen tan básicos y habituales llegaron a nuestro mundo anteayer……

    besos!

  2. Marta
    septiembre 5th, 2013 @ 13:39

    Noe, me has emocionado, no sabía tu historia, y sí, tienes toda la razón, fuerte y optimista lo eres un buen rato. Una experiencia dura al principio que te han hecho más grande como persona.
    Besos amorosos!

  3. Pao y Muriel
    septiembre 5th, 2013 @ 13:48

    Noe… me emocionaste mucho… que preciosa historia… que duro habrá sido para tus papis que les dijeran que no tenías esperanza de vida… que gran lección les diste a todos y lo mejor, el mejor regalo para tu familia es que la hayas luchado siendo tan tan pequeñita… no puedo evitar las lágrimas… me tocaste la fibra!!! Enhorabuena por esas dos incubadoras… la que te salvó la vida y la que acogió 41 y 42 semanas a tus retoños!!!

    Besotes enormes!!!

  4. La Morada de Nieves
    septiembre 5th, 2013 @ 18:13

    Los pelos de punta y muy muy emocionada con tu reflexión final. Qué postAZo, niña… Maravilloso. No sabía eso de ti y ahora comprendo muchas cosas, la fuerza y la ilusión que desprendes, tu sonrisa llena de vida.
    Admirable tu historia, y tú.
    Un besazo emocionado.

  5. Aida de Simplemente Yo
    septiembre 5th, 2013 @ 23:52

    Que historia mas dura, pero con un gran final feliz, preciosa tu reflexión. Besos

  6. El rincón de Mixka
    septiembre 5th, 2013 @ 23:54

    Ho bien la preciosa!

    Una pequeña gran luchadora. Desde que naciste. Y ganaste ese pulso con un par…

    No quiero ni pensar cómo se pudieron sentir tus padres. Horribles momentos y muy dolorosos. Pero como bien has dicho, optimista. Y creo que vale la pena mirarlo desde ese punto de vista. Estás aquí, escribiendo la historia.

    Victoria absoluta!! I de Invencible!!

    Un besote preciosa!

  7. silvia
    septiembre 6th, 2013 @ 13:36

    Jolin tía, no sabía esta historia tuya. Pues yo que te conozco, quien lo diría!!!!Una alegria que se equivocara el medico, porque así hemos podido disfrutar de tu grata compañía, y de una tía estupenda. Un besazo guapa

  8. Lois Nenúfar
    septiembre 7th, 2013 @ 22:30

    Que bonita historia!! Tus padres debieron pasarlo fatal, pero mira, luchadora desde el principio. Enhorabuena por ello 😉

  9. Trimadre a los treinta
    septiembre 8th, 2013 @ 13:55

    Vaya, qué difícil para tus padres!! Tuvo que ser una época de lucha y estrés!! Pero con la gran recompensa que eres tú y tu forma de ser!! Yo creo firmemente que lo que pasamos de bebés tiene una huella para siempre en nosotros, así que, aquella etapa de tu vida, explica mucho cómo eres hoy en dia.
    Me ha encantado conocorte un poco más!!!
    Un abrazo

  10. Madre Solo Hay Una
    septiembre 9th, 2013 @ 23:15

    Qué bonita historia. Yo no sabía nada de prematuros ni incubadoras hasta hace un par de años, en que una sobrina de mi esposo también se adelantó a los 6 meses, pesando 600 gramos. También entraba en la palma de la mano de sus padres, y hoy es una hermosa niña feliz que se la pasa saltando de un lado para otro 🙂

    Te mando un abrazo,
    Diana

  11. anya
    septiembre 16th, 2013 @ 1:23

    en medio del post he dicho ya se porque Noe es tan sonriente y optimista y mira por donde tengo razón. un besazo 🙂

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