Desde el primer momento en que me convertí en madre quise inculcar en mi hijo primero y luego en la peque, unos valores básicos y fundamentales como son la educación y el respeto. Porque no concibo la vida sin un “buenos días”, “hola”, “gracias”, “por favor” o “perdón”, entre otros y si es acompañado de una sonrisa, mejor que mejor.
Educar a nuestros hijos con pautas de comportamiento que les harán grandes personas el día de mañana y que llevarán consigo otros valores como la tolerancia, el compartir, la amistad, la paciencia, etc.
Y no debemos olvidar que somos los padres sus ejemplos a seguir, el modelo por el que se van a guiar en sus primeros años de vida, por eso siempre digo que es fundamental predicar con el ejemplo, porque si tú no pides las cosas con respecto, no das los buenos días o no agradeces cuando te dan algo, ¿qué puedes esperar a cambio?
Yo hago mucho hincapié en este aspecto en el día a día de mis hijos. Y aunque hasta hace bien poco, algunos valores no los veía reflejados en sus comportamientos, en mi niño ya empiezan a estar interiorizados. La peque, quizá todavía es un poco pequeña, pero creo que vamos por el buen camino.
Ahora hay días que paseando por la calle, cuando alguien pasa a nuestro lado, se oye un “hola” y la persona en cuestión suele sonreír y responder (y yo me pregunto, ¿no es mejor así?, jajaja). También me llama la atención cuando estamos jugando o comiendo y se le cae algo o se equivoca al decir una cosa y te salta con un “perdona mamá, me he equivocado” o “perdona mamá, no me he dado cuenta”.
Y a mí personalmente me encanta que se preocupe por los demás y sobre todo muestre respeto y educación hacia el resto.
Con esta entrada me uno al mes de los valores de ¡Mamá qué sabe! Podéis ver muchos más valores en su página de facebook.
junio 18th, 2013 @ 13:56
Cuando venía a Tenerife de vacaciones de pequeña, me sorprendía como por la calle toda la gente, conocida y desconocida te daba los buenos días, o te decía hola (puede ser que exagere un poco, y no sea toda la gente, y que fueran conocidos porque conocían a mis padres), pero me quedé con esa idea de pequeña (ya sabes que de pequeños, engrandecemos muchos valores), y siempre he querido mantener esa tradición. Me gusta saludar y es cierto que cuando alguna persona le dice hola a mis hijas, y estas contestan o al revés, se ilumina la cara, tanto de la persona como de las Genovevas. Es bonito conservar esta cercania en un mundo en el que parece que nadie se digna a mirarse a los ojos.
Besos guapa!!
junio 18th, 2013 @ 14:13
Cuánta razón Marta y qué triste! Me cabrea ir o entrar a algún sitio y decir «buenos días» u «hola» y que la gente baje la cabeza y ni te conteste. Y ya ni qué decir tiene, que se tropiecen, empujen, etc y ni un «perdona». Y yo me resisto a eso, así que cuando mi peque saluda a la gente desconocida por la calle, me mira y sonreímos. Es que no cuesta nada ser educado y feliz…jajaja. Un besazo!
junio 18th, 2013 @ 15:04
Yo la verdad es que también lo pienso a menudo… en qué momento el ser cortés se ha quedado anticuado? Yo hace años empecé a introducir fórmulas de cortesía como usted y vos, dándoles un aire que me recuerdan al respeto con el que hablan amigas latinas que tengo. Me parece que habría que ponerlo de moda! Jajaja.
Sin duda un niño es más niño cuando lo practica, verdad? No hacerlo es cosa de adultos! Jajaja
junio 18th, 2013 @ 15:14
Jajajaja, seguro que algo conseguiríamos, jejeje. Pero a mí me encanta que mi pequeño lo ponga en práctica, sobre todo porque te das cuenta que realmente está aprendiendo lo que intentas enseñarle. Y lo que decía de que cuando lo hace nos reímos, es sobre todo porque a la gente le sorprende. Unos se ríen, otros se asombran y hay quien incluso no te dice nada… pero mientras tanto nosotros somos educados…jejejeje
junio 19th, 2013 @ 9:44
Me parece absolutamente necesario. Yo tampoco concibo la vida sin Buenos días, buenas noches, Gracias, perdón….. Y así es como quiero educar a mi hijo.
Besos!