Mi pequeña va camino de los dos añitos y en muchos aspectos, ya se puede ver un gran cambio respecto a meses anteriores. Cada día está más espabilada, quiere hacer nuevas cosas y experimentar nuevos juegos y sensaciones.
Y he de confesar que tengo esa sensación que ya tuve en su día con el mayor, de que me queda muy poco de bebé, si bien creo que realmente son unos meses… hasta que le quite el pañal e iniciemos el cambio de la cuna a la cama.
En estas últimas semanas ha empezado a comer sólido y a día de hoy no puedo decir que haya dicho que «NO» a algo, es más, le encanta. Supongo que el hecho de ver a su hermano y querer imitar todo lo que él hace, también ha influido bastante en su adaptación.
La verdad es que me sorprende mucho, ya que con Álvaro tardé muchísimo en conseguirlo. Es cierto que era un niño que le costaba mucho cualquier cambio, aunque una vez conseguido, que normalmente solía ser entre uno y dos meses, todo iba rodado.
En cambio Paula se adapta fenomenal a cualquier cosa nueva, en cuestión de un par de días lo tenemos superado y me atrevo a decir que con creces.
Ella ya come sola, aunque acabo ayudándola porque dependiendo qué cosas acaba cansándose, pero es cierto que es bastante independiente.
Ya ha empezado a decirme cuando quiere hacer pis o caca, y creo que cuando empiece a quitarle el pañal no me va a suponer demasiado, aunque luego habrá que verlo in situ.
Y el próximo cambio será también el paso de la cuna a la cama de mayores, así que ya veis qué divertida estoy y sobre todo voy a estar en los próximos meses.
¿Pero sabéis una cosa? Que me quiten lo bailao, estoy disfrutando de ellos más que nunca y yo creo que también he madurado mucho en este sentido, me siento mucho más segura. Es cierto que la experiencia es un grado pero acabamos aprendiendo los unos de los otros y realmente puedo decir que ME ENCANTA!!!
A veces tengo la sensación que con un tercer hij@ esto tiene que ser «chupao»…
febrero 22nd, 2013 @ 2:15
¡Es que se pasa tan rápido! Yo pensaba eso ya cuando ella tenía pocos meses y veía a los recién nacidos.
Y ahora que tiene casi 2 años también… ¡va todo tan rápido!
Pero lo mejor de todo es que en cada etapa digo: no, esta es la mejor etapa, y llega la siguiente ¡y me sigue encantando!
¡Abrazos!
Rocío
febrero 22nd, 2013 @ 18:05
Y que lo digas Rocío! A mí también me pasaba lo mismo cuando los veía tan pequeñitos. Cada etapa tiene tal riqueza que no la cambiaría por nada del mundo, momentos buenos y malos los hay, pero lo importante es disfrutarla. Gracias por pasarte por aquí. Un besito y a seguir disfrutando de la peque.
febrero 22nd, 2013 @ 2:50
Te he dejado algo en mi blog 😉
febrero 22nd, 2013 @ 18:06
Muchísimas gracias, qué ilusión, jejeje!!!! Esta noche lo miro y me pongo al día con esto, que anda muuuu perdida de cómo va la cosa. Un besito
febrero 25th, 2013 @ 15:51
me pasa igual con mi pequeña, la veo avanzar más rápidamente que la mayor, porque tiene el ejemplo de la mayor. Cuando la vas a pasar a la cama? A mi me parece tan chiquitita aún…
febrero 26th, 2013 @ 0:53
Sí, es que creo que por eso los segundos se les nota tanto el cambio, porque tienen al maestro en casa las 24 horas, jejeje. Yo creo que a Álvaro le cambié a los 2 añitos y tenía intención de hacer lo mismo con la peque. Sí es cierto que son muy pequeñitas, pero la verdad que a Álvaro no le costó nada acostumbrarse y por eso pensaba hacer lo mismo. Aunque también tenía intención de quitarle el pañal cuando empiece a hacer bueno, así que no sé si igual serán demasiados cambios de golpe. Esperaré a ver cómo la veo y así haré, jejeje.