Este fin de semana no hemos parado por casa. Ha sido uno de esos fines de semana en los que coincide todo y el lunes se acaba haciendo más cuesta arriba de lo normal. Pero con una sonrisa y todo lo que hay pendiente lo conseguiremos…jejeje.

El sábado fuimos a ver en familia El Cascanueces y un año más mis hijos sin pestañear. De Álvaro me lo esperaba, de Paula no tanto, aunque le gusta tanto la música que confiaba en ello. Aplaudía, movía el cuerpecillo como queriendo bailar y de vez en cuando nos miraba alucinada diciendo… «mira».

Y tal y como me comentó Marta de Diario de Algo Especial en mi anterior entrada, es una obra en la que cada vez que la ves encuentras y te das cuenta de nuevos detalles… y así fue. Desde luego que es recomendadísima para disfrutarla con los niños.

El sábado noche tocó cena de navidad con amigos del mundo 1.0, que se agradece hasta el infinito y más allá, como diría mi pequeño.

Y el domingo por la mañana continuamos con el Musical de La Kalabaza de Pippa, donde una vez más nos hicieron vibrar y disfrutar, no sólo a los pequeños, sino también a los mayores. Servidora ya se sabe todas las canciones!!! Lo mejor, la primera y segunda fila que habíamos cogido donde Álvaro y sus amig@s pudieron bailar y tocar a los protagonistas.
Os aseguro que Paula no pestañeó tampoco y no se lo pudo pasar mejor. Si no habéis ido a verlos, os lo recomiendo porque la gente que va, suele repetir. Nosotros ya vamos por la cuarta vez y no será la última.

Y para terminar el día, otra obra de teatro, esta vez El Mago de Oz. Después del fin de semana intenso que llevábamos y de la reciente Kalabaza, a los peques ésta les supo a poco… no obstante, a Álvaro también le gustó y mi princesa acabó dormida entre mis brazos.

Desde luego que este fin de semana no se nos podía caer la casa encima… ¡Qué tengáis buen inicio de semana!