Por algún motivo especial, hay canciones o determinada música que gustan más que otras. Y a los bebés y niños también les sucede, o por lo menos a Álvaro, que es escuchar las primeras notas de La Gallina Turuleca y ponerse muy contento a mover las manos y a escuchar detenidamente. Es como un anestésico. Los momentos que está irritable o no para de llorar acudo a esta canción infantil y por lo menos consigo que descanse unos minutos.
La Gallina Turuleca
Yo conozco una vecina
que ha comprado una gallina
que parece una sardina enlatada.
Tiene las patas de alambre
porque pasa mucha hambre
y la pobre está todita desplumada.
Pone huevos en la sala
y también en la cocina
pero nunca los pone en el corral.
La Gallina!! Turuleca!!
es un caso singular.
La Gallina!! Turuleca!!
está loca de verdad.
La Gallina Turuleca
ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres.
La Gallina Turuleca
ha puesto cuatro, ha puesto cinco, ha puesto seis.
La Gallina Turuleca
ha puesto siete, ha puesto ocho, ha puesto nueve…
Donde está esa gallinita,
déjala a la pobrecita, déjala que ponga diez.
Y se repite todo otra vez.