Cada bebé incorpora su propio sistema de desarrollo y no es adecuado obligarlo a realizar ninguna cosa. Sin embargo, sí que es cierto que una pequeña ayuda a nuestro bebé potenciará su aprendizaje y le permitirá pasar a una nueva etapa.
Por ejemplo, hay niños que no les gusta gatear por el simple hecho de que no soportan estar boca abajo o porque están regordetes y les cuesta desplazarse. Estos bebés, no obstante, adaptarán sus capacidades a alguna forma de desplazamiento más cómoda para ellos.
Cuando a algún bebé les cueste hacer determinada etapa o fase, conviene estimularle para que “de el primer paso”, lo que le ayudará a perder el miedo y a soltarse.
Igual que para ayudar al niño a dar sus primeros pasos solo, también podemos ayudar a nuestro pequeño a que gatee con una serie de consejos:
– Ponle ropa cómoda para que se pueda mover bien así como calcetines para que sienta la superficie por la que se desplaza.
– Es importante que la mamá y el papá le imiten. Así no se siente tan sólo y lo entenderá como un divertido juego.
– Coloca delante de él y a poca distancia algunos de sus juguetes para captar su atención. Esto hará que quiera ir a por ellos.
– Cuando por fin se suelte, déjalo gatear a su aire para que explore y curiosee a su alrededor (siempre y cuando no haya ningún peligro).