Con la llegada del primer año de Álvaro, muchas son las novedades que el pediatra nos ha pedido que vayamos incorporando en su alimentación. Tantas que a simple vista me asustan.
Álvaro es un bebé que, como os he comentado en muchas ocasiones, le cuesta adaptarse a los cambios, sobre todo en cuanto a la alimentación se refiere. No sé si el resto de padres tendrán este problema.
Álvaro come muy bien, así que cuando toca algún cambio, vienen los días sin comer, lloros y nervios. Pese a que ha sido una constante desde que nació, no acabo de acostumbrarme y acabo pensando que le pasa algo, y por eso no quiere comer.
Ahora tengo que empezar a darle cosas más sólidas para que empiece a masticar y también probar nuevos sabores y texturas que hasta este momento desconocía.
Todavía no he conseguido el objetivo, pero tras unos días diciéndome que me lo coma yo, ahora parece que empieza a responder. Por ejemplo, ya se come trocitos de pera y empiezan a gustarle los yogures y la leche entera.
Yo lo paso mal pero sé que él también porque tiene hambre y quiere comer lo que ya conoce, no ponerse a experimentar con otros alimentos.
Esperemos que este nuevo paso no acabe siendo largo y se adapte lo mejor posible a él. Ya os iré contando cómo lo llevamos.