Trona bebé

Tronas hay de todas las formas, tamaños y colores. No obstante, elegir la más adecuada según los gustos y necesidades de cada uno es muy fácil.

Las hay de diseño o más clásicas, pero todas cumplen la misma funcionalidad: que el bebé esté con nosotros en la mesa y lo que es más importante, a la misma altura. No marginarle a la hora de sentarse en familia y hacerle partícipe de lo que allí ocurre es algo fundamental para su desarrollo, además de las bases para una buena educación en la mesa.

Si todavía no tienes una, es un momento perfecto para comprarla y empezar a utilizarla, siempre y cuando la edad de tu bebé te lo permita. Así irá familiarizándose con el acto de comer todos juntos y podrá participar de lo que allí se haga.

Es necesario que cumplan unos requisitos mínimos que tienen que ver con su seguridad: un sistema de arneses para que el bebé esté bien sujeto, que sea estable y, si tiene ruedas, que se puedan inmovilizar.

Prácticamente todas tienen fundas y acolchados desmontables para que se puedan lavar fácilmente.

Unos prefieren que ocupen poco espacio al plegarse mientras otros dan prioridad a su adaptabilidad al crecimiento del niño, pudiéndola usar durante más tiempo.