Papás y mamás, tenemos que tener mucho cuidado con los juguetes que les damos a nuestros bebés. En estas fechas navideñas y en plena psicosis de los regalos y juguetes, asegurarnos de lo que adquirimos es fundamental para la seguridad de los bebés.
En determinadas ocasiones puedes no darte cuenta de lo peligroso que puede llegar a ser un peluche o cualquier otro juguete con el que tu hijo se divierte.
Prestar atención a todo es fundamental para no lamentar daños mayores de los que te puedas arrepentir. Y sobre todo, exigir que los juguetes con los que tu pequeño juega, cumplan con los requisitos de seguridad establecidos. Normalmente, esto nos lo indicará la etiqueta en la que tiene que advertirse que es un juguete homologado por la Comunidad Europea (CE).
Por ejemplo, tenemos que asegurarnos que los peluches no tengan ojos, nariz o cualquier otro elemento que esté pegado, ya que el bebé lo podría despegar y tragárselo, provocando un atragantamiento.
En otros juguetes, es conveniente comprobar que no tienen piezas pequeñas que se puedan ingerir fácilmente, cordones finos con los que se puedan atragantar o que a simple vista sean estructuras grandes, pero que se puedan desmontar, convirtiéndose también en peligrosas.
También se ha dado el caso de juguetes fabricados con pinturas o materiales tóxicos que al chuparlos o mordisquearlos, nuestros bebés ingieren estas sustancias pudiendo provocar una intoxicación.
Así que ya sabéis, cercioraros muy bien del juguete que le dais a vuestro bebé para jugar.