Hoy ha sido un gran día. Tras algo más de siete meses, Álvaro ha dicho mamá. No me lo podía creer. Mi bebé, que hace unos meses me necesitaba para todo, que le veía tan pequeñito y tan indefenso, y ahora, así, de repente, me salta con un ma-ma.
¿Qué queréis que os diga? Todas aquellas madres que me estéis leyendo sabéis a lo que me refiero, ¿verdad? Como otras muchas cosas, es algo que te tiene que pasar, que no es fácil describir con palabras.
Estaba vistiéndole en el cambiador mientras jugaba con él cuando de pronto dijo las palabras mágicas: ma-ma. Yo me he quedado de piedra, me ha costado reaccionar un poco, pero en cuanto me he dado cuenta, he cogido al enano y lo he abrazado mientras una lagrimilla resbalaba por mi mejilla.
Igual os parece un poco cursi, pero no lo pude evitar, estaba tan emocionada de que mi hijo hubiera dicho mamá que se me escapó.
Al principio pensé que igual había sido todo una imaginación mía y que yo había entendido eso pero en realidad no lo había dicho, pero no me equivocaba. Al rato, al dejarle un ratito en el parque empezó a decirlo varias veces y ya no tuve ninguna duda al respecto. Madre mía, me lo comería a besos y no pararía de apretujarle y abrazarle. ¿Cómo se le puede querer tanto?
Ojalá todo fuera tan sencillo como las matemáticas o hubiese una fórmula que al aplicarla obtuvieras el resultado esperado, pero en este caso esto no sirve. Los sentimientos son inesperados y provienen del interior, del corazón y eso es lo más bonito que existe.
Álvaro, te quiero.
noviembre 28th, 2008 @ 8:27
TE entiendo perfectamente. Hace poco mi hija Mariola también dijo mamá y la alegría y las lágrimas fueron como tú dices. Creo que hay pocas cosas en el mundo que te hagan sentir así. Seguiremos viendo sus cambios y seguro que nos volvemos a emocionar con cualquier otra cosa que hagan. Me gusta el blog. Felicidades
noviembre 28th, 2008 @ 15:43
Gracias por tu comentario Tamara. Estoy convencida que nos seguiremos emocionando con cada nueva cosa que hagan, cada nuevo detalle que tengan.