Hoy hemos utilizado la trona. La hemos puesto en la cocina y así puedo tener conmigo a mi bebé cuando esté cocinando o preparándole la comida.

Trona de Alvaro

En un principio, parece que le gusta, no para de mirar para todos lados y también para el suelo. Eso de estar tan alto, debe llamarle la atención. Además, como tiene mucho tablero-mesa, le pongo ahí algunos de sus juguetes y se entretiene mucho.

Para mí también ha sido más fácil darle de comer en ella, sobre todo lo agradecerá mi espalda, ya que no tenía que agacharme tanto.

Además, también he usado un babero de plástico con mangas y la verdad que son una maravilla. Álvaro se ha quedado mirándolo como diciendo y ahora qué me pone mi mamá, pero genial. Él no se ha ensuciado nada y cuando he terminado le he pasado una balleta y un trapo para secarlo y listo para la merienda.

Si lo llego a saber lo compro antes y con dos que hubiese tenido, hubiera sido suficiente. Cosas que una va aprendiendo con el tiempo.