En el mundo de los bebés, hay miles y miles de accesorios que nos venden por todos sitios y que en ocasiones, hacen que te vuelvas loca. De entre todos ellos, hay uno que para mí ha sido fundamental y que desde aquí os animo a probarlo.

Cojin de lactancia

Se trata del cojín de lactancia. A simple vista puede no cumplir tus expectativas o lo creas innecesario, pero os aseguro que es uno de los mejores artilugios que existen, tanto para ti como para tu bebé.

Con el estrés de vida que llevamos, siempre nos quejamos del dolor de espalda, unas veces por el trabajo que tenemos a diario, otra por los excesos de peso o posturas que adoptamos, pero sea por lo que sea, es una dolencia que padecemos la gran mayoría de las mujeres.

Al dar a luz, y tras haber soportado el peso del bebé durante muchos meses, nuestra espalda está aún más resentida. Soportar además, el peso del bebé al nacer, toma tras toma, puede convertir en un grave problema nuestro dolor de espalda.

El cojín de lactancia nos ayudará a evitar malas posturas a la hora de dar el pecho. Se trata de un cojín sencillo, en forma de herradura, diseñado para rodear y ajustarse a la cintura, mientras apoyas al bebé en él, evitando tenerle en brazos y así soportar su peso.

Con ello, te aseguras una gran comodidad para tu bebé, que está apoyado sobre un cojín en tu regazo y, sobre todo, para ti ya que esta posición te permite tener la espalda recta y relajada sin sobrecargarla.

Pese a que no le pude dar mucho tiempo el pecho a mi bebé, me lo recomendaron y lo utilicé para darle el biberón y gracias a él mi espalda apenas ha sufrido y no me ha dolido. Teniendo en cuenta que tengo bastantes contracturas y que siempre he sufrido dolores de espalda, me pareció todo un éxito.

Además le he encontrado una segunda utilidad. Cuando el bebé sea más grande, y ya se empiece a mantener sentado, es ideal para colocárselo a él por detrás, evitando que si se cae para atrás perdiendo el equilibrio, no se golpee la cabeza en el suelo y se pueda hacer daño.