Uno de los primeros síntomas que nos pueden hacer sospechar que estamos embarazadas son las náuseas o vómitos.
Este estado se debe a los cambios hormonales que empieza a sufrir nuestro cuerpo al quedarnos embarazadas. Las náuseas suelen durar los tres o cuatro primeros meses de embarazo (si bien no se manifiestan en todas las embarazadas) y son provocadas por cambios en el aparato digestivo de la mujer, debido a la aparición de las hormonas placentarias (gonadotrofina coriónica y progesterona).
Estas hormonas provocan que la digestión se ralentice, produciendo estos síntomas. Son frecuentes por la mañana, aunque también pueden aparecer durante el resto del día.
También se puede deber a la hipoglucemia o falta de azúcar, algo bastante común en el primer trimestre del embarazo.
Conforme vayan pasando los primeros meses, el cuerpo de la mujer irá adaptándose a la nueva situación hormonal y empezarán a desaparecer. En muy pocos casos, estas molestias están presentes durante todo el embarazo, pero, ahora más que nunca, es necesario cuidarse y llevar una vida sana y equilibrada.
Yo, personalmente, tuve muchas náuseas y vómitos durante el embarazo y, la verdad que los tres primeros meses fueron horribles, pero un día, de pronto, desaparecieron. En un próximo post os comentaré algunos consejos para combatirlas.