A Álvaro no le gusta nada el maxi-cosi. Tras los primeros meses en el capazo, lo pasamos al maxi-cosi, pero ya se veía que no estaba a gusto. Aguantaba 10 minutos más o menos bien, pero acto seguido se ponía a llorar intentando moverse hasta que lo cogías.
Así que no tuvimos más remedio que pasarle antes de lo previsto a la silla de paseo y utilizar el maxi-cosi como silla para el coche.
Lógicamente, al colocarlo en el coche cuando nos vamos a algún sitio, se repite la misma situación. Empieza a retorcerse, se pone nervioso y empieza a llorar. Ni cuando está molesto por algo o tiene hambre se pone así. Imagino que es porque está demasiado encajado y teniendo en cuenta lo que le gusta moverse y retorcerse, ahí debe sentirse preso y sin libertad de movimientos.
Empiezo a cantarle y a hacerle carantoñas, pero nada de nada. Le imito ruiditos y cosas para que me preste atención, pero lo consigo unos instantes y vuelta a lo mismo.
Hasta le he grabado la música que le pongo en casa para ver si así consigo que se tranquilice y que esté jugando conmigo y sus juguetes, pero no sirve de nada.
Sólo espero que sea el maxi-cosi y que cuando cambiemos a la silla de coche que se pone mirando para adelante esté más a gusto y podamos hacer algunos viajecitos con nuestro bebé.
mayo 27th, 2014 @ 8:50
A mi pequeño sí que le gustaba ir en el maxi-cosi en el coche. De hecho, cualquier automóvil tenía un efecto somnífero para él! Lo único es que teníamos que ponerle su preciosa funda de Fun*das bcn, porque con el tejido que venía de fábrica no se sentía cómodo.
Eva